La conciencia medio ambiental que se ve presente en los últimos años en la sociedad, también involucra a las empresas, quienes han empezado a buscar la forma de ofrecer alternativas sostenibles a la sociedad. Un ejemplo de ello ocurre en el rubro de la construcción con la creación de edificios automatizados o inteligentes, lo que se conoce como inmótica y lo que lleva a contar con una serie de alternativas tecnológicas que logran un mayor ahorro de energía, mejor confort y más seguridad para las empresas, sus trabajadores y los usuarios.
“Cuando hablamos de inmótica, estamos haciendo referencia a edificios automatizados, los cuales son operados a través de una plataforma de gestión e integración de todos los sistemas que lo componen, tales como: sistema de aire acondicionado, calefacción y ventilación (HVAC), sistema de iluminación, sistema de seguridad, sistema de medición de energía, entre otros. Esta plataforma de gestión e integración es conocida como BEMS (Building and Energy Management System) y está compuesta por elementos tanto de hardware como de software”, explica César Mauricio Montañés, gerente de producto de Digital Building para el clúster andino en Schneider Electric.
Si bien el mercado de automatización y gestión de edificios en Latinoamérica aún no llega al mismo nivel de madurez que en otras regiones como Estados Unidos o Europa, nuestro país va por buen camino y son cada vez más las empresas que apuestan e invierten en construir los llamados edificios inteligentes, implementando plataformas BEMS, por ejemplo, en centros comerciales, edificios de oficinas, hoteles, hospitales y aeropuertos.
Los ahorros energéticos
Pero ¿cuáles son los beneficios de contar con un BEMS? Esta plataforma de gestión es necesaria para tener un edificio verdaderamente sostenible porque ayuda a limitar la huella de carbono maximizando la eficiencia energética y generando ahorros superiores al 30% e incluso, en algunos casos, se ha llegado hasta un 70%. “Se sabe que los sistemas que consumen la mayor cantidad de energía eléctrica en una edificación y donde hay grandes oportunidades de ahorro son los sistemas de aire acondicionado, calefacción y ventilación, y de iluminación”, comenta Montañés.
“La función principal que desempeña el BEMS para lograr ahorros importantes en los consumos eléctricos, por ejemplo, es encontrar su nivel óptimo de funcionamiento para cada área del edificio. Es decir, si se detecta que hay zonas donde no es necesario tener encendida al máximo la iluminación o el aire acondicionado, puede regular su funcionamiento a un 50%. Asimismo, lo que se busca es tener la visualización y el control de todos los sistemas de un edificio desde una única plataforma que se encargue de integrarlos”, explica el experto de Schneider Electric.
El BEMS también resulta muy útil para las personas encargadas de la gestión y la operación de un edificio, pues les permitirá ver, a través de una interfaz gráfica en un plano 2D o 3D, cada área o piso del inmueble, identificando condiciones no solo de iluminación o temperatura, sino también alarmas de algún sensor de humo que fue activado, o algún sensor de presencia que detectó a un intruso en un área restringida. Asimismo, puede reportar fallas en tiempo real de luminarias y su ubicación exacta, reduciendo tiempos de respuesta y mejorando los programas de mantenimiento. También, puede almacenar y generar reportes automáticos y preprogramados sobre consumos energéticos por subsistemas o áreas, hacer comparativos de consumos con el mes o año anterior, verificar horarios de entrada y salida de los empleados, mostrar los accesos validados y los rechazados en áreas restringidas, entre otros.
Es así que, para maximizar la eficiencia energética y operacional de estas edificaciones, optimizar el confort y la productividad de sus ocupantes y para incrementar el valor de estos edificios que pasan de ser uno convencional a un edificio sostenible y un edificio del futuro se tienen plataformas tecnológicas como EcoStruxure Building, la plataforma BEMS de Schneider Electric que ha sido considerada el BEMS número uno a nivel mundial. “Tiene componentes tanto de software como de hardware que permiten la gestión completa de una edificación, integrando nativamente no solo productos de nuestro amplio portafolio (controladores para sistemas de aire acondicionado, calefacción, ventilación; de iluminación, de acceso e intrusión, medidores y analizadores de energía, etc.), sino también permitiendo la integración a nivel de software con nuestras otras plataformas”, explica Montañés.
Esta plataforma también incorpora una capa adicional de Analítica y Servicios, a fin de predecir el comportamiento de los componentes de los principales subsistemas de una edificación y anticiparse a una eventual falla o para ajustar configuraciones que permitan alcanzar la máxima optimización en el menor tiempo posible.
Se estima que para el 2050 el 65% de la población vivirá en ciudades, lo que lleva que para el 2040 el consumo eléctrico en edificios se haya incrementado en un 80%, por lo que las edificaciones actuales y las futuras deberán ser hiper eficientes y verdaderamente sostenibles, contando todas con un BEMS para limitar la huella de carbono y así mejorar la eficiencia energética.