En Bojayá, 1966 votantes dijeron SÍ y solo 87 se inclinaron por el no, el dato es relevante porque es precisamente el municipio que más conoce la tragedia de la guerra.
Leyner Palacios, uno de los líderes de las víctimas de la masacre de Bojayá, afirmó que esta población recibió con una profunda tristeza la victoria del “No” en el plebiscito para refrendar los acuerdos de paz.
“Sentimos que el país urbano no comprendió la realidad y la necesidad de terminar este conflicto.
Era una oportunidad grandísima que teníamos y se desaprovechó”, dijo Palacios. Reconoció que hay incertidumbre en la población “de seguir viviendo las tragedia que vivimos” y dijo que esperaban que los colombianos “nos tendieran las manos”.
Sin embargo, señaló que Bojayá dio un mensaje de paz y reconciliación al votar “Sí” en el plebiscito, pues “hicimos lo que teníamos que hacer como ciudadanos, cumplimos con la democracia”.
Esto es una triste paradoja ya que Bojayá,ha sido golpeado crudamente por la guerra y donde en un enfrentamiento entre paramilitares y guerrilleros perecieron más de 100 personas entre hombres, mujeres y niños que se resguardaban en una iglesia.
En este municipio todos los habitantes han sido víctimas de la guerra, y nadie se salva de tener un ser querido muerto en medio del conflicto con las Farc.
Esto fue una muestra de que las víctimas pudieron perdonar, mientras quienes no han padecido el rigor de la guerra decidieron no respaldar la salida pacífica al conflicto.
Para Palacios, uno de los aspectos que preocupa es que una posible renegociación de los acuerdos de paz con las Farc, es que no garantice que se conserve lo ganado por las víctimas.