Nozomi Networks destaca cómo las organizaciones están adoptando la tecnología IoT (Internet de las Cosas) para reducir los costos y ofrecer un mayor valor de servicio. Sin embargo, esta práctica genera nuevos peligros en su protección, porque muchas compañías carecen de la capacidad para monitorear y resguardar sus recursos.
Para Fernando Castro, regional sales director, central Latam de Nozomi Networks, “a medida que los sistemas tecnológicos se multiplican debido a la convergencia de la Tecnología de las Operaciones (OT) y el IoT, también aumentan los riesgos para las industrias, tanto en el mundo cibernético como en el físico. Como resultado, la seguridad se convierte en una responsabilidad que las organizaciones deben asumir de manera urgente en sus negocios”.
Se proyecta que, para 2024, el sector industrial, incluido el manufacturero, el comercio minorista y la agricultura, representarán más del 70 por ciento de todas las conexiones IoT, y que existirán 83.000 millones de conexiones de este tipo, con un aumento del 130 por ciento con respecto a 2020, según Juniper Research, consultora para los mercados de tecnología digital.
A continuación, Nozomi Networks ofrece algunas recomendaciones para cerrar las brechas de seguridad de IoT en las redes industriales:
- Visibilidad. Supervisar de forma centralizada, bajo la implementación de sensores, permite detectar y monitorizar el comportamiento de todos los recursos tecnológicos conectados a la red.
- Seguridad. Para proteger los diferentes recursos del perímetro, el enfoque integral de una plataforma en la nube permite unificar las tecnologías de seguridad esenciales. El gran beneficio es el conocimiento detallado de amenazas, anomalías y riesgos cibernéticos que necesita para detectar y responder rápidamente y para garantizar la resiliencia cibernética.
- Adaptabilidad. La simplicidad del SaaS, permite consolidar toda la gestión de seguridad y monitorización en una sola aplicación, que admiten redes OT e IOT de cualquier tamaño y a la que se puede acceder desde cualquier lugar del mundo.
Los principales desafíos a los que se ven expuestos los equipos de seguridad cuando implementan la tecnología de IoT incluyen:
- Firmwares vulnerables que no aceptan parches o actualizaciones de seguridad.
- Contraseñas predeterminadas débiles.
- Capacidad limitada de procesamiento que impide la instalación de agentes de protección en dispositivos terminales.
- Sistemas operativos no protegidos que son susceptibles a la inserción de códigos.
- Cadena de suministro de componentes de software desconocidos que está sujeta a vulnerabilidades.
“El dilema actual de la seguridad IoT para las organizaciones es que no es posible proteger una red de OT sin atender también estos dispositivos. La recomendación principal para actuar de manera oportuna es adoptar una estrategia basada en la nube que brinde flexibilidad, adaptabilidad y simplicidad”, puntualiza Castro.