Por: Cristhian Amezquita
Siempre me gusta recordar este dicho de mi profesor de trade marketing, “el marketing funciona si la caja registradora suena”, simepre me ha puesto a reflexionar sobre nuestro rol como marketeros, y es un mantra que hasta el día de hoy sigo teniendo en cuenta para validar cualquier idea que se me viene a la cabeza cuando se trata de desarrollar una idea de marketing, sin embargo, la situación actual nos obliga a replantear la forma en la que hacemos que suene la registradora, hoy en 2020 y en medio de la cirisis actual las mejores acciones de marketing tienen que ver más con estár allí para los usuarios que nos necesitan y confían en nosotros, no para ofrecerles un producto, sino más bien para solucionar sus problemas, porque nos guste o no, la economía en tiempos de Covid nos ha transformado, hoy no queremos que nos vendan, hoy queremos que nos entiendan.
El trabajo del marketing lejos tiene que ver con crear promociones y descuentos, lo he visto más como un arquitecto de experiencias que juega con palancas para tratar de destacar los atractivos de las marcas para las que trabajamos, de laguna forma siempre estamos experimentando con diferentes palancas para ver cuales generan acciones en las personas, por eso, más que entender nuestro rol como algo nétamente enfocado a cumplir cuotas de ventas, debemos entenderlo como algo más humano, de profesionales que hacen un esfuerzo conciente por entender qué motiva a las personas, para poder saber qué son esas cosas que los mueven a realizar determinadas acciones, y sobre todo poder dar motivos para que esas personas a las que llegmaos realicen acciones que que involucren a nuestras marcas.
Así el panorama, nosotros los marketeros somos los encargados de hacer que las cosas sucedan, como decía al inicio de esta entrada, no se trata de hacer que las personas compren en un momento donde los empleos, la economía y los mercados están patas arriba, hoy tenemos que hacer que las marcas para las que trabajamos entiendan que no es momento de pedir, sino de dar, de apoyar, y sobre todo de estár presentes para las personas que han confiado en nosotros previamente.
Hoy la magia se centra en lograr ser ese apoyo, en ser esa mano amiga que de soporte a las personas, y esa precisamente es tal vez la batalla más dura para los profesionales de marketing. Por estos días es muy común que desesarrollen debates en torno a “¿Porqué dar en un momento de crisis?, lo que tenemos que hacer es tratar de vender”, esa es tal vez la premisa de algunas mesas directivas en la actualidad, sin embargo, para todos aquellos que piensan de estar forma es importarte que recuerden que el mundo no se acava en 2020, tenemos todavía un camino muy largo por recorrer, y en este momento nuestro rol tiene que ser el de la persona que siembra, que espera con paciencia y que pasado un tiempo cosecha lo que sembró, hoy tenemos que recurrir a la cultura del “hoy por ti, mañana por mi”, estoy seguro que alguna vez usted ha estado en una situación de necesidad y ha habido una persona que le ha dado la mano, también, estoy seguro que usted no olvida ese gesto de apoyo y siempre se sentirá gratitud hacia la persona que lo ayudó.
Pues bueno, hoy estamos en un escenario exactamente idéntico, hoy nosotros desde las marcas somos esas personas que debemos tender la mano a esos clientes que en su momento confiaron en nosotros y que hoy necesitan de nuestro apoyo, le aseguro que cuando todo esto terminé todas esas personas a las que apoyó su marca tendran un espacio especial en su corazón para usted, y en ese momento, es cuando será justo que la caja registradora vuelva a sonar.
Por eso lo invito a que replantee sus estrategias de marketing, a que piense cómo puede brindar soluciones a sus clientes sin pedir nada a cambio, y sobre todo que piense a conciencia profunda si eso que está dispuesto a dar de verdad es relevante y brinda una solución para sus clientes, no se trata de hacer el esfuerzo porque es momento de hacerlo y los demás lo hacen, se trata de pensar una solución que realmente aporte, y no que solo se enfoque en cumplir la cuota.