La salud auditiva no es un juego. De acuerdo con la cifras publicadas en el manual básico de cuidado del oído y la audición de la Organización Mundial de la Salud, más de 460 millones de personas en el mundo tienen una disminución auditiva y casi el 90 por ciento de ellas vive en países de ingresos bajos y medios, lo que dificulta el acceso a productos de calidad para el cuidado o la prevención de enfermedades relacionadas.
Lo que menos deberían hacer las personas con disminución auditiva es hablar más fuerte o subir el volumen al televisor. Eso podría, incluso, empeorar su salud auditiva. En el mercado está disponible todo tipo de dispositivos diseñados para aumentar la capacidad de escucha de los individuos, como audífonos y amplificadores.
Entonces, ¿cuál es el más adecuado para una persona que presenta disminución auditiva?
Lorena Romero, audióloga y coordinadora de calidad y formación de GAES, marca Amplifon, explica que “los audífonos son un producto sanitario y tecnológico que puede ayudar a reducir deficiencias en la escucha de una persona de manera muy ajustada. Eso sí, es fundamental contar con un especialista que pueda calibrarlo conforme las necesidades y la audiometría específica de la persona para sacarle todo el provecho”.
Por su parte, los amplificadores son dispositivos electrónicos cuya función se limita, como su nombre lo indica, a amplificar sin importar el tipo de sonido que sea, lo que puede acelerar los niveles de pérdida de audición. Entonces, es necesario entender la necesidad particular de cada persona para definir qué alternativa puede ser conveniente.
Los audífonos tienen la ventaja de que son personalizables, es decir que se pueden calibrar a la medida para cada individuo teniendo en cuenta la anatomía de su oído y las necesidades audiológicas puntuales que tenga. Además, son necesarios para prevenir la progresión de la pérdida auditiva y generan ahorrar en costos de intervenciones y diagnósticos futuros.
Un gran beneficio de los audífonos es que permiten mejorar la calidad de vida de la persona que los usa, ya que permiten volver a conectar con sus seres queridos y participar de manera activa en conversaciones y actividades cotidianas, que suelen afectarse debido a su disminución auditiva.
“Al ser dispositivos médicos o sanitarios con una función terapéutica, obligan al usuario a mantenerse en constantes seguimientos clínicos, por lo que desde GAES se ofrece un completo servicio posventa que incluye gratis controles, revisiones y mantenimientos de audífonos de por vida”, señala Romero.
Los audífonos han sido pensados en la estética de la persona que los utiliza porque su diseño se adecúa a la anatomía del usuario.
Es indispensable destacar el papel de los audiólogos al momento de evaluar y tratar las necesidades auditivas individuales, ya que al medir la anatomía del oído de la persona, la solución auditiva que le es ofrecida, está adaptada a las necesidades puntuales y estilo de vida de cada persona, además de contar con un acompañamiento permanente para garantizar que los audífonos funcionen de manera correcta.
Por tal razón, los audífonos están diseñados para compensar una pérdida auditiva concreta, “para personas con algún tipo de disminución de su capacidad auditiva y precisa de una adaptación personalizada que requiere de un examen audiológico muy completo que ha de realizar un especialista en audición”, afirma la audióloga de GAES.
Al final, lo importante es evitar, como en todo caso médico, que los colombianos se autodiagnostiquen y adquieran un dispositivo que no esté hecho a la medida de sus necesidades.
GAES cuenta con islas en los centros comerciales Salitre Plaza, en Bogotá; Arkadia, Medellín, y Unicentro, Cali, en las que se pueden realizar pruebas auditivas de manera rápida y sin costo que permiten determinar el estado de su salud e identificar cuál es su necesidad auditiva puntual.