El inicio de la tercera década del siglo XXI trae consigo la popularización de ciertas tendencias que, si nos detenemos a pensar en ellas por unos minutos, parecen verdaderamente futuristas. El crecimiento de los sustitutos de la carne basados en plantas o el uso de tecnologías para comprar, pagar y llevar a domicilio la comida se han vuelto ubicuos de un modo en que no lo eran una década atrás. De igual modo, algunas de las tendencias que han comenzado a surgir en los últimos años podrían convertirse en cambios duraderos para la industria.
Tecnología de reconocimiento de voz: Cada vez más empresas están incorporando el uso de reconocimiento de voz en diferentes servicios, como es el caso de la nueva habilidad de Alexa para Domino’s Pizza, que permite pedir una pizza a domicilio e incluso seguir este pedido en tiempo real usando solo la voz.
Incremento en los kioscos de autoservicio: Es fácil notar que en los últimos años, cadenas como McDonald’s han expandido su utilización de kioscos de autoservicio, remodelando sus locales en diversos países para incorporar este método de pago que permite a los clientes la posibilidad de hacer su pedido y pagar sin interacción humana, directamente a través de una pantalla táctil. Para muchos clientes, contar con esta alternativa es una manera de reducir el tiempo de espera, evitar los errores en su pedido y facilitar la transacción, en particular para quienes no hablan el mismo idioma del país donde se encuentran, pues los kioscos cuentan con la opción de cambiar de idioma.
Restaurantes fantasma: Esta tendencia es un modelo de negocio completamente nuevo, impulsado por el incremento en el uso de internet y las redes sociales. Los restaurantes fantasma tienen una inversión menor en infraestructura y costos de personal, ya que sirven únicamente a domicilio. Apoyándose en plataformas de entrega a domicilio, los pequeños restaurantes pueden ahorrarse los salarios de meseros y repartidores, situándose en una posición de competencia con las grandes cadenas, que también han venido subiéndose a bordo de las plataformas de entrega a domicilio, como ha hecho Presto al entregar a través de Domicilios.
Reconocimiento facial: El uso del reconocimiento facial como mecanismo de pago ha comenzado a implementarse en cadenas de comida rápida como KFC. En países como China, el pago por reconocimiento facial es ya una forma de pago extendida, mientras en occidente apenas comienza a surgir gracias a restaurantes como CaliBurger, en la ciudad de California.