Comprar productos o servicios por Internet dejó de ser una moda para convertirse en parte de la vida cotidiana de los colombianos. Las nuevas dinámicas, que en parte ha dejado la pandemia, sin duda, permitieron un impulso a la digitalización, convirtiendo al Ecommerce en un gran motor económico.
Según datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), las ventas online en 2022 crecieron alrededor del 47,6 por ciento con respecto al primer trimestre del año pasado.
En el mundo, datos de Statista destacan que las ventas del comercio electrónico alcanzarán los 3,748 billones de dólares en 2022 y se prevé que, a finales de 2024, la cifra llegue hasta los 4,837 billones.
Lo anterior significa que, pese a las situaciones sociopolíticas globales, el e-commerce es un canal fundamental y determinante para las economías.
“El futuro del comercio electrónico se ve muy prometedor. Las nuevas tecnologías como la automatización y la inteligencia artificial harán que los costos bajen, con lo que muy probablemente aumentarán las ventas de las empresas del sector”, afirma Mario Miranda, CEO de Ecomsur.
Con celebraciones como Navidad a la vuelta de la esquina, es importante poner en el radar las tendencias, el ejecutivo entrega cinco tendencias que, indudablemente, impulsarán el comercio electrónico en Latinoamérica:
● Marketing creativo. Una estrategia de marketing contribuye a impulsar el éxito de las ventas en línea. Por eso, Miranda recomienda no solo incrementar proporcionalmente las inversiones, sino también hacer uso de estrategias creativas como el retargeting, es decir, tratar de recuperar aquellos clientes que han mostrado interés, o acudir a los nanoinfluencers, término que hace referencia a creadores de contenidos que tienen entre mil y diez mil seguidores.
● Social e-commerce. En el camino de la experiencia de usuario es fundamental la comunicación e interacción para entender las necesidades. Estrategias como la escucha social y activar las redes sociales se vuelven fundamentales, ya que cada vez son más los usuarios que confían y toman decisiones de compra desde Instagram o Facebook sin salir de la aplicación.
● Comercio colaborativo. Es cierto que no hay nada más poderoso que la colaboración y el e-commerce no es la excepción. En pocas palabras, significa realizar ventas en más de un sitio y generar alianzas de descuentos o promociones entre marcas para que se beneficien mutuamente. En síntesis, se trata de empresas que, dentro de su sitio web, empiezan a desarrollar acciones al estilo de los marketplace con marcas que tienen que ver con su segmento. Así, aumenta el volumen de ventas para todas las partes.
● Logística al día. La logística sigue teniendo una gran relevancia para el futuro del comercio electrónico y, por eso, se recomienda anticipar un alza en los pedidos. Esto obliga a planificar de manera anticipada con los proveedores del servicio de la última milla, es decir el transporte. Es importante contar con empresas confiables y partners adicionales que ayuden a flexibilizar el ritmo de las entregas.
● 5G. La llegada de esta tecnología supone un aumento en la velocidad de la transmisión de datos. Las conexiones cada vez más rápidas y seguras tendrán un impacto positivo en el impulso de las compras online desde cualquier dispositivo que se conecte a Internet. Además, va a permitir que el uso de realidad aumentada o Inteligencia Artificial (IA) se masifiquen en el comercio electrónico.
Además, es importante tener en cuenta los métodos de pago como parte de la estrategia. Por ejemplo, “compra ahora, paga después” puede ser una experiencia interesante para el usuario final en épocas de descuentos o promoción.