2020 pasó a la Historia como uno de los años en el que más se evidenciaron ataques cibernéticos en el mundo. Los expertos atribuyen esta problemática a la pandemia y lo que suscitó: trabajo remoto desde redes poco seguras, como las de los hogares, información sensible e importante expuesta a modificaciones y alteraciones, y un ambiente geopolítico permeado por la ciberguerra.
Según la Policía Nacional, durante el año pasado se presentaron más de 38.100 ciberdelitos con 4.694 reportes, siendo el más común la suplantación de sitios web, conducta que se disparó en diciembre por las compras de la época.
A escala global, ciberataques como el de SolarWinds dejan claro un panorama de la importancia de implementar soluciones tecnológicas como la criptografía, herramienta de seguridad que alcanzó su mayor protagonismo durante 2020 y que se perfila este año como una de las de más demanda.
Por lo tanto, las compañías se enfocan en la búsqueda de sistemas confiables de seguridad de la información, tecnologías idóneas que protegen sus datos. Ahora, los tomadores de decisión al interior de la empresas son un poco más conscientes de esta realidad y las herramientas de seguridad basadas en criptografía se han convertido en su prioridad.
Expertos en criptografía comparten tres claves para orientar sus esfuerzos de protección ante fraudes electrónicos:
- Tenga presente que su organización puede ser víctima colateral de un rifirrafe de ciberguerra. Con los incidentes de SolarWinds ha quedado que muchas de las víctimas de la ciberguerra son organizaciones que no tienen nada que ver con escenarios geopolíticos de dominación, sino simples bajas colaterales.
- Utilice criptografía. Es la única tecnología de seguridad de la información que da certeza matemática de lo adecuadamente protegida que está su información.
- Cuide la caja. Muchos de los ataques de delincuencia común y delincuencia organizada van dirigidos contra los procesos de pago de proveedores y pago de nómina. En general, no hay ninguna otra área organizacional tan sensible a fraudes como la de tesorería. Cualquier ataque informático allí se traduce en dinero fácil para el delincuente.
Aun cuando 2021 plantea retos muy importantes en seguridad de la información, las organizaciones ya tienen a su alcance tecnologías y métodos de aseguramiento para contrarrestar esas amenazas.