Todo esfuerzo realizado por las empresas no es gratuito, lleva de años y años de planeaciĂłn y ejecuciĂłn de proyectos mĂşltiples de branding para exponer la marca ante su pĂşblico objetivo y brindarles aquello que llamamos valor emocional y filosofĂa de marca. A pesar de que el paradigma de los consumidores ha cambiado sustancialmente en estos Ăşltimos años y el consumidor ha pasado de ser un individuo pasivo que solamente recibĂa la informaciĂłn, la publicidad, que la marca le enviaba por los canales tradicionales, para pasar a ser protagonistas de la pelĂcula tomando ellos mismos el control en sus decisiones de compra, que, por otro lado, están motivadas en la satisfacciĂłn de sus necesidades por parte de las diferentes marcas, la empresa mantiene intacta su principal razĂłn de ser: vender.
Por este motivo, las marcas se han visto obligadas a cambiar su forma de relacionarse con el consumidor, teniendo que convertirse en empresas sociales que permitan llegar al consumidor a ellas de forma directa y necesitando, sobre todas las cosas, forjarse una imagen de transparencia y de marca accesible.
David Ogilvy decĂa: “Aunque dentro de cada marca hay un producto, un producto no siempre es una marca”. Esta afirmaciĂłn refuerza la teorĂa de que las empresas que quieran tener Ă©xito en el nuevo marketing que está vigente y en el que se avecina necesitan imperiosamente gozar de una buena reputaciĂłn y tener una imagen fuerte, que le permita posicionarse en su sector y ser referente para usuarios y competencia.
Para crear marca no es suficiente ofrecer un producto, es necesario crear una filosofĂa, llevarla a gala como estandarte, y hacer que el producto o servicio ofertado encaje a la perfecciĂłn en esa filosofĂa, en otras palabras, debemos crear un bloque compacto entre producto y branding.
La marca debe aportar a los clientes una serie de principios que sean la espina dorsal de todas sus acciones, principios que sean perfectamente perceptibles e identificables para todos los clientes con los que se puedan identificar plenamente y compartirlos.
Toda marca tiene un producto o servicio, pero pensemos en quĂ© estamos comprando, por ejemplo, cuando adquirimos un producto Apple, es mucho más que un dispositivo, es una filosofĂa de empresa. El engagement es la clave. SĂłlo creándolo podremos dotar a nuestro producto de una imagen fuerte de marca.
Ahora veamos el cambio trascendental y las tácticas que las empresas hacĂan antiguamente y cĂłmo ahora todos los conceptos, forma de verlos y de exponerlos son diferentes:
1) Antes, las marcas enviaban mensajes a sus consumidores, ahora se crean conversaciones no solo en los centros de servicio sino tambiĂ©n en las redes sociales.Â
2) Las empresas llevaban estadĂsticas rigurosas, ahora existen dinámicas para la optimizaciĂłn de variables en procesos.Â
3) Las marcas decĂan cosas, ahora simplemente las hacen.
4) Antes se brindaba un Look & Feel, ahora las marcas deben crear experiencias tanto en sus puntos de venta como en sus sitios web.
5) ExistĂa una simplicidad en hacer y brindar productos, ahora la complejidad la exigen los consumidores, (deben ser más complejas pero fáciles de digerir)
6) Las marcas antiguamente contaban con una audiencia, ahora la que no tenga una comunidad y esta hable de ella y de sus productos… Se está quedando en el pasado. Hay que evolucionar, como los medios lo hacen.
7) Las empresas contaban con operaciones comerciales, pero ahora las relaciones entre marca y consumidor son aún más importantes. (La marca debe escuchar a sus clientes).
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